El presente trabajo de investigación trata un tema complejo y sensible desde los ámbitos que se mire. Los espacios morales, de consumo, legales o religiosos tienen una noción de que es y como valorarlo desde su posición. Generalmente, la pornografía se le conoce por ser un material que se produce, vende y usa el sexo como mercancía y aún en la actualidad no ha logrado salir de esta esfera de la objetivación que algunos jueces norteamericanos y el propio estudio feminista encajono y cuyas repercusiones nos impactan en nuestra realidad y que la mercadotecnia ayudado con la cultura de masas lo ve como un producto de uso personal.El trabajo expone la situación de la pornografía como icono dentro de la sociedad actual, remitido al espacio semiótico que genera percepciones a razón del uso sexual del cuerpo y donde la producción de pornografía depende de un engranaje comercial que está subordinado al campo económico, lugar donde se construye una serie de traslados icónicos de la sexualidad y una transfiguración simbólica del cuerpo. La pornografía es una estrategia basada en la colonización capitalista del cuerpo abstraído que lo transforma en un capital simbólico que toma a las personas (por predilección a las mujeres) y las convierte en objeto a intercambio material-simbólico que legitima la posesión (en un doble sentido).