Al regreso de la Capital del joven Edilberto, a la aldea Tolupán, Montaña de la Flor, trae consigo un cuaderno de escritos propios para leerles a los jóvenes que han permanecido en la aldea.
Su regreso es un evento singular para los jóvenes de la montaña. Y se vuelve mucho más especial, porque, con apoyo de los apuntes de su cuaderno, él les narra la vida del burrito Palmerolo, desde su nacimiento hasta el momento es que pasó a ser un habitante de la Montaña de la flor.
Hace casi cuatro años se ausentó Edilberto, después de los eventos que sucedieron en la aldea cuando la nieta del patriarca tolupán, Cipriano Martínez, contaba la historia de don Quijote de la Mancha, que en sueños le narraba su abuelo, quién la sabía de manera directa porque el burrito Palmerolo le lee la famosa novela, en el cielo de los sueños.
En torno a la historia narrada por Edilberto se exponen una serie de eventos del contexto histórico hondureño, tanto recogidos por el narrador, como por los eventos que suceden en las tertulias vespertinas o nocturnas, a raíz del acontecimiento cultural en que se van convirtiendo esas veladas de narración, tan singulares, que, progresivamente se suman como contertulios, todos los vecinos de la aldea y finalmente hasta algunos curiosos visitantes de aldeas vecinas.