Este libro contiene 52 cuentos, uno para cada semana del año. Ellos se inspiran en los Evangelios.Una vez, George Matheson dijo: Lo que me gustaría que un día dijeran de mí, es lo siguiente: Era un hombre. No hizo milagros, pero habló con Cristo, y encaminó mis pasos a conocerlo por mi mismo.Ese es también mi deseo.Soy mujer, y la sensibilidad de mi género es bien manifiesta en lo que escribo, pero no es eso lo que me interesa que perciban. Más bien preferiría que, a través de la expresión de lo que vivo, capten la sensibilidad del amor del Padre, que es padre y madre a la vez; amigo y Señor. Este libro nace de mi relación con Él.Los textos bíblicos los pueden reconocer fácilmente, y mejor sería que los leyeran, para que no se confunda lo que es ficción y lo que es historia bíblica, bien real. Pero todos los personajes son, por así decirlo, también reales, puesto que vienen de mis encuentros con Él, un tanto camuflados, mezclados y confundidos en personajes de mi propia invención.Me gusta contar cuentos. Y un día, después de contarle a niños y menos niños, todos los cuentos que tenía a mano, que cumplían con el objetivo que me había propuesto, y agotar mi repertorio, por ahí alguien me dijo: ¿por qué no escribes tú?Y comencé a escribir mis propios cuentos.¿Mi objetivo?Tengo dos.-Que el que escuche, VUELVA A SER NIÑO por el espacio de media hora a la semana, y así su corazón se abra a los tesoros que Dios le tiene reservados.-Que usted quiera que estos encuentros con Él, sean un día, los suyos también.